Una exitosa iniciativa se llevó a cabo durante el verano en la Escuela Básica de Horcón, donde los estudiantes tuvieron la oportunidad de aprender una nueva disciplina deportiva: el canotaje.

En colaboración con Gasmar y la Fundación La Semilla, la comunidad local emprendió la restauración de una histórica canoa polinésica que se encontraba en estado de abandono, brindando así una oportunidad deportiva y educativa para los niños del establecimiento.

Este proyecto, impulsado por el compromiso de Gasmar con la educación y la comunidad de la Quinta Región, fue resultado del esfuerzo conjunto entre los habitantes de Horcón, las instituciones y el entusiasmo de los alumnos por aprender una nueva disciplina deportiva.

Constanza Farias, gestora social de la Fundación La Semilla, destacó la dedicación y participación de todos los involucrados en este proceso. “Fue gratificante presenciar el progreso de los niños en los últimos meses, su activa participación en el taller y el inestimable apoyo de los padres, la dirección de la escuela y Gasmar”, comentó.

Este proyecto brindó a los niños una formación integral bajo la guía de profesores altamente especializados, algunos de ellos reconocidos a nivel internacional en el campo del canotaje. La directora de la Escuela Horcón, Carmen Pía Rivas, expresó su agradecimiento hacia esta iniciativa que superó todas las expectativas iniciales. “Este proyecto era un sueño que se gestó hace años, gracias al esfuerzo de una profesora de educación física y al respaldo de la comunidad. Además, no podemos pasar por alto el papel fundamental de la Fundación La Semilla y Gasmar en la realización de este sueño”, añadió.

El cierre de este programa piloto, que se llevó a cabo durante todo el verano los días martes y jueves, recibió un amplio respaldo por parte de la comunidad de Horcón. La colaboración de la junta de vecinos y de la autoridad marítima fue crucial para garantizar la seguridad de todos los participantes.

Yeniffer, una de las mamás de la escuela, compartió su experiencia como madre orgullosa de Alonso Olmedo, uno de los participantes más jóvenes en el proyecto. “Como mamá de Alonso, quien participó en la canoa, me llena de orgullo ver los logros que ha alcanzado”, manifestó.

El Proyecto Náutico en la Escuela Básica de Horcón es un testimonio inspirador de cómo la colaboración comunitaria y el compromiso con la educación pueden revitalizar tradiciones y ofrecer oportunidades transformadoras para las generaciones futuras.

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